La piel se renueva de forma natural cada 28 días, es decir, que día a día va haciendo “piel nueva” que queda bajo una capa de piel muerta, pero no podemos exfoliar igual el cuerpo que la cara, pues son pieles totalmente distintas y con diferentes sensibilidades.

EL CUERPO
Las pieles normales deberán realizar una exfoliación corporal una vez a la semana y las pieles sensibles una vez cada 10 días.
La ducha es el lugar perfecto para aplicar el exfoliante, masajearlo y retirar los restos del cosmético posteriormente. La mejor forma de limpiar los restos de producto tras el masaje es con agua caliente que no supere los 37 grados y luego con agua fría para que el contraste de temperaturas nos ayude a tonificar
Los exfoliantes en gel o en crema con bolitas exfoliantes. Los corporales suelen ser más fuertes que los faciales, pero hay para todo tipo de pieles, así que debes buscar el que mejor se adapte a ti. También los podemos encontrar directamente en los geles de ducha, que hacen una doble función, o podemos fabricarlos en casa con azúcar, sal o semillas mezclados con una crema hidratante, aloe vera o aceites esenciales.
No basta con aplicar el producto: el masaje que hagamos con nuestras manos es una de las claves para que este ritual funcione. Para estimular la circulación y favorecer el drenaje es importante que los movimientos sean siempre de forma ascendente o en círculos: los ascendentes deben hacerse en brazos y piernas, mientras que los circulares están más indicados para la zona del abdomen, el pecho, la espalda y los glúteos.

La exfoliación corporal no tiene contraindicaciones, excepto su aplicación en heridas abiertas o quemaduras, pero las pieles sensibles deben tener más cuidado y aplicar exfoliantes más suaves pero no dejar de exfoliarse, pues una piel exfoliada absorberá mejor cualquier producto hidratante. Y es importante que la exfoliación no duela, pues no hay que presionar ni rascar.
Podemos utilizar para una exfoliación más profunda esponjas vegetales o de fibras, que nos ayudarán a que el producto penetre más en la piel y a retirar las pieles muertas.
Lo ideal sería aplicar una buena hidratación después de exfoliar la piel y dejar que se absorba la crema, aceite o mascarilla sin tener prisa, por lo que el fin de semana será la mejor opción para tomarse la exfoliación como parte de un ritual de relajación y cuidado para ti misma.